La condensación se produce cuando existe humedad ambiental y la temperatura de la superficie que rodea a las ventanas de PVC es baja, ya que se transforma en vapor de agua y este se transforma en agua líquida sobre la superficie, generando la condensación. Pero existen soluciones para combatir esta condensación, como por ejemplo con la instalación de ventanas PVC.
Los sistemas y materiales más aislantes son el aluminio y el PVC, porque evitan que la temperatura exterior altere la temperatura interior y dificultan la condensación. La instalación de las ventanasque cuentan con doble o triple acristalamiento son la mejor solución, para evitar que se forme condensación en los cerramientos, tanto en puertas como ventanas.
La opción más ecológica para tu vivienda
Si quieres elegir el material más resistente a la condensación deberás optar por instalar unas ventanas de PVC, ya que es un material no conductor que aísla perfectamente la vivienda sin generar puntos de frío causados, generalmente, por las condensaciones que se forman en su superficie. Los perfiles de este tipo de ventanas no condensan humedad y además eliminan la sensación de frío al tacto, que sí se experimenta con otros materiales.

Es un material que fomenta la eficiencia energética y ecológica, porque su fabricación no implica una gran carga económica y deja menos impacto ambiental, si la comparamos con la fabricación de otros materiales. La instalación de ventanas de PVC en la vivienda puede reducir el consumo energético hasta un 45% con respecto al aluminio y un 15% si lo comparamos con las ventanas de madera, según afirma un estudio elaborado por la Universidad Politécnica de Cataluña. Un estudio que cuantificó qué consumo energético y cuantas emisiones de CO2 había asociadas a todo el proceso y el ciclo de vida de la fabricación de cada una de las ventanas; Desde la extracción, la producción, el transporte o el reciclaje de las mismas.
Además, se trata de un material completamente reciclable y altamente resistente a las altas temperaturas y al fuego, ya que se mantiene intacto incluso alcanzando temperaturas de hasta 100 grados centígrados. El PVC es un material idóneo no sólo para evitar la condensación de los cerramientos de la vivienda, sino que también representa una de las mejores protecciones para el cableado eléctrico.
A diferencia de otros materiales porosos como puede ser la madera, las ventanas de PVC no se pudren, ni se astillan, ni se desconchan, porque todo el color se encuentra en la masa del perfil y son altamente resistentes, no porosas y no conductoras. El PVC, junto al aluminio, es uno de los materiales más duraderos que existen para la fabricación de puertas y ventanas, contando ambas opciones con un fácil mantenimiento y limpieza y con una gran efectividad, practicidad y durabilidad en su uso, contando con una vida útil de hasta 60 años.