Uno de los mayores problemas de este año para miles de hogares españoles es el impacto de la subida de los costes energéticos, por lo que cualquier medida que ahorre dinero cada mes puede ayudar a tranquilizar la economía familiar. Hoy veremos cómo reducir al máximo el consumo energético de tu hogar sustituyendo las viejas ventanas de madera o aluminio por ventanas de PVC de Barcelona.
Con una simple intervención como reemplazar las ventanas viejas por ventanas de alto rendimiento como son las ventanas de PVC de Barcelona, puede reducir el aumento de los costos de energía. Pero más allá del dinero ahorrado, se traducirá en una mejor calidad del aire y disfrutará de temperaturas óptimas y uniformes en toda su casa.
Por otro lado, hay que tener en cuenta la calidad del vidrio, ya que ocupa el 80% de la superficie de la abertura cerrada. La transmisión del vidrio debe ser lo más baja posible, reduciendo así la transmisión de energía entre el exterior y el interior. Además de la calidad y composición exacta del acristalamiento (ya sea doble o triple), es importante que el espesor de la cámara de vidrio esté entre 16 mm y 20 mm.
Las ventanas de PVC de Barcelona, la razón por la que sus diseños son tan aclamadas
Hace años, el diseño y el color eran la principal debilidad de las ventanas de PVC. Siempre han sido productos tecnológicamente muy avanzados, con aislamiento, hermeticidad y prestaciones superiores a sus competidores de aluminio y madera, pero carecen de un acabado. Las ventanas de PVC de hoy en día, con ensamblajes de PVC de alta calidad, están diseñadas para durar mucho tiempo y se mantienen estéticamente sólidas durante toda su vida.
Sin embargo, además de esto, la nueva tecnología de acabado no solo tiene vidrios polarizados, sino que también puede imitar diferentes tipos de madera y metal con una similitud asombrosa. No solo en acabado, sino también en textura y espectro, la innovación de las ventanas les da un aspecto mate y una sensación suave y esto ha marcado una diferencia mundial. Las ventanas de PVC de Barcelona nunca se convertirán en un «elemento de construcción», sino en un elemento más del diseño y la decoración del hogar.
Pero, luego, las ventanas de PVC de Barcelona tienen la capacidad de simular a la perfección diferentes tipos de madera y metal, con esa similitud que a veces requiere tocar el cristal para saber que estás ante una ventana de madera, aluminio o PVC. No solo esto. Muchos de estos acabados no son lisos, sino texturizados, lo que les da un acabado más exclusivo y estético.